Varias organizaciones a nivel nacional en los Estados Unidos han reconocido la necesidad de tener materiales sobre STEM (ciencia, tecnología, ingeniería, y matemáticas) en Español. Acá hay una lista de varios sitios útiles para usted.
“Empíricamente, el dominio del idioma Inglés en la ciencia es incuestionable. Del laboratorio al aula de clases, de la democracia a la autocracia, los investigadores pueden comunicarse,y se comunican bien, en un lenguaje aceptado como una clase de moneda universal. Sin embargo sería equivocado asumir que los científicos de todos los lugares poseen esta moneda o que la poseen en el mismo grado. En realidad no todos poseen esta moneda. Y como cualquier otra forma de capital, la posesión desigual es generalizada y significa desigualdad en la ciencia, con implicaciones de gran envergadura.”
Un estudio reciente de Research Trends usando información de Scopus puso de manifiesto que el Inglés es cada vez más a menudo la lengua escogida para publicar literatura científica. El estudio comparó publicaciones de artículos en idioma inglés con artículos que sólo tenían un resumen en Inglés y el texto principal en el idioma del país de origen, entre los años 1996 – 2011. Este estudio está reseñado en Inglés en este enlace.
En los últimos cuatro años, la proporción de las publicaciones en idioma Inglés ha continuado creciendo fuertemente en Holanda, Italia y la Federación Rusa. Creció un poco en Alemania y se mantuvo más o menos estable en Francia, España y China. En Brasil, por el contrario la proporción de publicaciones en Inglés con respecto al Portugués ha ido decreciendo, aunque esto se puede deber a que Scopus está cubriendo más Revistas científicas brasileñas que antes. Sin embargo, la proporción de artículos en Inglés en general está creciendo a nivel global. Para más detalles por favor visite el enlace de Research Trends y vea el gráfico número uno.
Las ventajas de tener una lengua común en la ciencia son claras. La colaboración internacional se puede dar directamente entre investigadores de varias nacionalidades, que se comunican por correo electrónico y durante conferencias internacionales sin necesidad de traductores. Pero la desigualdad recalcada por Scott L. Montgomery en el citado párrafo de su libro es también muy peligrosa.
En mis trece años en los Estados Unidos mi Inglés ha mejorado bastante, pero el idioma es una barrera que se carga perpetuamente en el ambiente profesional, como cuando se pierden segundos valiosos en una presentación o conversación, tratando de buscar la palabra correcta en el idioma que aprendiste como adulto. Aún más, durante la revisión de un artículo para publicación que hice en el pasado para una revista científica, recuerdo que uno de los factores más frustrantes de la revisión fue el Inglés tan pobre de los autores, que hacía casi imposible evaluar la validez de la ciencia que trataban de explicar. No todos los científicos entonces tienen esta moneda universal del Inglés, y tal vez el dominio de esta lenguas en las publicaciones científicas está haciendo que mucho talento se quede relegado a las publicaciones, que por ser en otro idioma, se consideran de menor impacto.
En el futuro cercano el Inglés seguirá creciendo como la lengua franca de la ciencia, pero con los países de mercados emergentes invirtiendo en ciencia y la investigación cada vez más descentralizada, tal vez estos científicos que no nacieron hablando Inglés tengan la oportunidad de que se les publique en su idioma y que luego los que sólo hablan Inglés paguen un traductor para poder entender su ciencia.
La ciencia que no despierta el interés del público corre el riesgo de acabar en los anaqueles olvidados de la universidad. Para evitar esta suerte hay que publicar y comunicar, sabiendo bien a cual público está dirigida la comunicación. En Seattle hay muchas experiencias de comunicación científica exitosas, pero hoy voy a hablar de dos que me parecen muy interesantes por la manera en que se relacionan con el público. La primera es el portal para el público del “Pacific Science Center” que baja del podio al científico y lo pone a hablar cara-a-cara con el público, y la segunda es el “Citizen’s Climate Lobby” que le da conocimiento y poder a los ciudadanos para que influencien a sus representantes políticos.
Portal para el público del Pacific Science Center: Esta iniciativa recibió un apoyo inicial de dos millones de dólares de parte de la NSF (Sociedad Nacional de Ciencia de los EEUUAA) en el 2007 para sus primeros tres años de funcionamiento. El objetivo principal es promover una mayor apreciación y entendimiento de la investigación científica actual por medio de interacciones cara-a-cara entre el público general y científicos que explican su investigación y responden preguntas sobre ella.
Como parte de esta iniciativa hay un programa de entrenamiento para científicos interesados en comunicar su investigación fuera del ambiente académico. Estos reciben una semana de entrenamiento intensivo en técnicas para conectar con el público y son certificados como “embajadores de la ciencia”. Como parte del curso los científicos desarrollan una actividad educativa o demostración que les permite explicar parte de su trabajo actual de una manera interactiva. Luego los científicos exponen su trabajo, ya sea interactuando con el público en una mesa de demostración en el museo de ciencia, o en charlas divulgativas abiertas al público general.
El público que generalmente asiste al museo o a la charla es un grupo cuyo mayor interés es la ciencia por sí misma, o lo que yo llamaría “ciudadanos apasionados por la ciencia”. Sin embargo, el público tiene diferentes opciones para ver en el museo y hay muchas diferencias de edades e intereses, así que los científicos deben “sudarla” para atraer y mantener el interés tanto de niños como adultos. La interacción entre el público y el científico no solamente aumenta el conocimiento y entendimiento público de la ciencia “Made in Seattle”, pero también permite que el científico entienda mejor el tipo de inquietudes, interés y conceptos equivocados que la gente tiene sobre su área de conocimiento. El resultado final es que el público ve al científico como un ser humano apasionado por lo que hace, en lugar de un ser extraño con el que no se puede conectar, y el científico entiende que la simple exposición de resultados por más importantes que sean no logra llegar al público a menos que se pueda primero interesarlos y establecer una conexión humana.
Citizen’s climate lobby: El objetivo de este grupo es inspirar en los miembros del congreso de EEUUAA para que se conviertan en abanderados de un “clima sostenible” y actúen en legislación que permita frenar el calentamiento global. Este grupo actúa a nivel nacional pero se basa en grupos locales separados por distritos electorales del Congreso de los EEUUAA.
El grupo en Seattle es bastante activo y tiene como objetivo llevar su mensaje a través de los medios de comunicación, servidores públicos electos y comunidades del distrito séptimo del estado de Washington. Los miembros del grupo son bastante heterogéneos, desde científicos con PhD, a estudiantes terminando la escuela secundaria. En Seattle los jubilados constituyen la mayoría de voluntarios. El ambiente es de camaradería y todo el mundo está allí para aprender a usar técnicas de comunicación efectiva para dar argumentos tangibles, respaldados por mediciones científicas, modelos climáticos y estudios económicos. El financiamiento es donaciones de los propios voluntarios.
Cada mes hay una teleconferencia nacional con un orador invitado, normalmente un científico que trabaja en el área del Clima, y se tiene una sección de preguntas y respuestas. El valor se pone en cuáles son las inquietudes e intereses de los voluntarios. Al final de la llamada se practican “laser talks” que permiten discutir el tema del mes de manera sucinta durante una conversación con diferentes públicos: la prensa, un senador, el vecino. Este punto es muy importante, porque no sólo se dan las bases científicas sobre el cambio climático, pero se dan herramientas para hablar de manera efectiva sobre un tema que es controversial para parte del público en este país. Luego el grupo transforma ese conocimiento y lo pone en sus propias palabras. Se comparten las experiencias del mes, las cartas al editor publicadas en la prensa local y otras actividades interesantes como conversaciones con miembros del Congreso o charlas públicas. El público en este caso es el motor del cambio. Es el interés y esfuerzo de los voluntarios el que transforma conocimiento científico en acción y contagia a familiares, amigos, vecinos, periodistas y políticos.
* Parte del texto es extraida de mis contribuciones a la clase «Comunicación Social de la Ciencia»de la OEI
En el pasado he divulgado ciencia de una manera intuitiva e improvisada. Aunque siempre tuve una experiencia agradable en mis conversaciones con otra gente, noté que las pocas veces que tenía un libreto (estructura) sobre el cuál construir un diálogo (improvisación) lograba una comunicación más rica y efectiva.
Mi objetivo es aprender a formalizar estructuras para comunicar ciencia efectivamente y de manera profesional. Por ello estoy tomando dos cursos en línea:
El primero es sobre escritura en la ciencia “Writing in the Sciences” de Coursera en colaboración con la Universidad de Standford. Muy efectivo y completamente gratis. Lo recomiendo para escritores y científicos por igual.
El segundo es un curso de la OEI sobre Comunicación de la Ciencia. Está diseñado para entender la comunicación científica desde un punto de vista histórico, cultural y político. Lo más interesante es que se basa en discusiones de los estudiantes que comparten sus interpretaciones de las lecturas y de sus experiencias personales.
En esa clase me he enterado de muchas experiencias interesantes, y quería compartir el dato sobre el congreso de divulgación científica http://www.congresodivulgacion.org/ de la Universidad de Antioquia y el Parque Explora en Medellín, Colombia que finalizó ayer.
Me parece genial que pueda ver el congreso en línea desde cualquier lugar del mundo. La charla inaugural estuvo a cargo de Nicolás Witkowski, en idioma Francés. El Parque Explora dice sobre su charla «De James Bond al LSD y a Voltaire, la divulgación de las ciencias puede ser un camino de seductoras estaciones. ¿Por qué ―se pregunta Witkowski― se inyectan dosis casi letales de sedantes en los manuales escolares de ciencia?»
Bravo por la Universidad de Antioquia y el Parque Explora!