Los festivales de ciencia en números: Nuevos públicos y más niños


 

 

 

 

 

 

 

 

Los festivales de ciencia envuelven muchos recursos de entidades públicas y privadas, y el trabajo de cientos de personas pagadas y voluntarios en las ciudades en que se realizan. Cuál es el resultado de todo éste esfuerzo? Un estudio reciente mide el impacto de estos festivales en cuatro ciudades de Norteamérica, durante los años 2010 al 2012. Aquí discuto parte de sus interesantes resultados y cómo benefician especialmente a las comunidades que normalmente no tienen acceso a la ciencia.

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Durante un festival de ciencia los resultados se ven en las caras de los niños y los no tan niños que interactúan con los científicos de una manera novedosa y divertida. La imaginación encendida que se aprecia en sus miradas y sus exclamaciones de entusiasmo al entender algo nuevo son invaluables. Pero en un mundo de limitados recursos hay que preguntarse si las ferias científicas son la mejor inversión para promover la educación científica en nuestras ciudades.

La alianza de festivales de ciencia (SFA por sus siglas en inglés) comisionó un estudio independiente para evaluar el impacto de los festivales de ciencia que ocurren anualmente en Cambridge, San Diego, Filadelfia y la Bahía de San Francisco. Cada uno de estos festivales de ciencia atrae entre 50,000 y 100,000 espectadores en un período de aproximadamente una semana. El estudio se basa en encuestas a espectadores en los diversos eventos durante los tres años y tiene resultados realmente alentadores: Las ferias de ciencia tienen excelentes resultados atrayendo a públicos que normalmente no tienen acceso a otros sitios de enseñanza informal de la ciencia, como los museos.

Una inmensa mayoría de encuestados manifestó que se divirtieron muchísimo aprendiendo ciencia durante la feria, además nueve de cada diez personas logró interactuar con un científico, técnico, ingeniero o matemático (profesional STEM por sus siglas en inglés). Los que lograron interactuar con un profesional STEM tuvieron una experiencia más positiva que los que no lo hicieron, resaltando la importancia de la participación de estos profesionales en las ferias. El dato que es aún más interesante es que uno de cada cinco encuestados manifestaba que era la primera vez en sus vidas que interactuaban con alguien en esas profesiones.

Aunque la mayoría de personas que contestó la encuesta eran de raza blanca, el número de personas de razas minoritarias que respondieron las encuestas en las ferias de ciencia subió año tras año, sugiriendo un incremento en interés y número de participantes de grupos sociales normalmente marginados en actividades de educación informal de la ciencia en EEUU. Esto es importante debido que personas de las minoría raciales reportaron que interactuaban con un profesional STEM por primera vez en su vida durante la feria dos veces más a menudo que los participantes de raza blanca. En general, no solamente se encontró este efecto de acercamiento de las minorías a practicantes de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemática, sino que una proporción mayor de familias participaron en los carnavales o exhibiciones de las ferias (78%) comparados con la proporción normal de un museo como el Smithsonian (43%). En resumen: más gente teniendo su primer contacto con un profesional STEM y más familias con niños asistiendo a las ferias de ciencia. Eso es en pocos números lo que yo llamo una victoria en la educación informal de ciencia.

Lecturas adicionales (en inglés)

Three Years of Evaluation in Twelve Pages– Ben Wiehe

The role of science festivals– John Durant

Good News: Science Festivals are an Effective Outreach Tool– Matt Shipman

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